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sábado, 30 de octubre de 2010

PRÓLOGO: Oscuridad

Era una noche oscura. El frío invadía mi cuerpo como un aluvión de témpanos de hielo. Me sentía solo, como si estuviera en otra dimensión diferente a la mía. Iba andando, y me choqué con dos personas, animales, farolas…o lo que fueran. No me importaba nada del lugar donde estaba. Sólo quería huir de allí, llegar a un lugar en el cual estar más solo para recordarla, volver a sentir su pelo entre mis manos, revivir la felicidad que por entonces consideraba perdida para siempre.

Tras tres horas de solitaria caminata rodeado de miles de individuos, llegué al lugar que buscaba, mi casa. Subí hasta mi piso y sobre la puerta encontré un papel amarillento en el cual ponía: “PISO DESHAUCIADO”. Aún así, traté de forzar la puerta y entrar a mi casa para intentar recordar lo que había pasado esa noche digna de olvidar, cosa que me era imposible porque no recordaba nada de ella. Tras varios intentos fallidos, encontré en mi bolsillo una ganzúa con la que logré abrir la puerta. Entonces me situé en el centro de lo que había sido el comedor, en ese momento desprovisto de muebles, para intentar recordar lo que había pasado esa noche fatídica de la que tenía una laguna en la memoria.

 Cuando parecía que empezaba a recordar algo, oí un ruido. Alguien estaba entrando en la casa. Tenía que buscar un escondite, pero era imposible porque no había muebles: se los habían llevado todos como pago. Sólo quedaba una salida: la ventana. Había diez pisos de caída pero, ¿qué podía perder? Toda mi vida se había perdido en aquella fatídica noche de la cual no podía recordar nada. Mi triste figura ya se había lanzado al vacío cuando reconocí el rostro de quien estaba entrando en la habitación. ¡Era ella! Su rostro expresaba pena, y también ganas de reconciliarse conmigo. Mi corazón comenzó a latir más fuerte, pero ya era demasiado tarde… Mi cuerpo ya estaba a la altura del noveno piso, el octavo, el séptimo, el quinto, el tercero…ya llegaba mi fin…

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Unos minutos más tarde llegó la policía, que llevó el cuerpo directamente al cementerio, donde fue enterrado en un nicho pagado por la mujer que estaba en el piso desde el cual el muerto había caído.

1 comentario:

  1. Héctor! :)
    Ya sábes que me gusta mucho :P
    Y el color está increíble! Jaja
    suerte y escribe mucho :)

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